martes, 7 de febrero de 2012

No le ocultes datos a tu médico, a tu confesor... ni a Google

Cuando terminé de leer la llamada "Nueva política de privacidad de Google" me llegó a la memoria aquella vieja recomendación según la cual no se le deben ocultar los pecados al confesor ni al médico los síntomas que nos aquejan. Lo recordé porque con los cambios que comienzan a operar el 1 de marzo de 2012, Google se ubica en la misma categoría.
También entendí porque ocho parlamentarios de Estados Unidos y varios representantes de la Unión Europea, no han podido entender a la mayor profundidad de qué se trata, e inclusive los europeos quieren que se posponga la entrada en vigencia de la modificación.
Les puedo resumir que más de 60 servicios de Google serán agrupados en uno sólo, así como toda la información que de hecho le toca suministrar al usuario. Un gran esfuerzo que está en capacidad de hacer la compañía, no hay la menor duda; la justificación de estos cambios es la de "mejorar la experiencia de los usuarios", lo cual es comparable a cuando una persona queda muy satisfecha con el smartphone que ha adquirido o su tablet, así como un automóvil o el apartamento.


Concentración de datos personales
Al usar estos servicios, por ejemplo un conjunto como Gmail, Adsense, Adwords, Youtube o Readers, hay que proporcionar datos personales de manera obligatoria, cada que lo hagamos, la compañía lo sabrá y los agrupará. Eso es lo que hará que nos conozca mucho más y es de esperarse que utilice esa información, según ellos, en beneficio de nosotros mismos o para hacer más efectiva su interacción con los internautas, así como mejorar la difusión de anuncios, entre otras.
También es cierto que hacen mucho énfasis en que nuestra información privada siempre estará bien protegida y no será revelada a menos que el usuario mismo lo autorice o lo solicite una autoridad gubernamental, en condiciones que se alcanzan a entender en el documento que viene socializando Google.
Los invito a mirar este párrafo que en la interpretación puede generar controversia.
Podremos usar el nombre que proporciones para tu perfil de Google en todos aquellos servicios para cuya utilización sea necesario disponer de una cuenta de Google. Asimismo, podremos sustituir los nombres que hayas asociado con anterioridad a tu cuenta de Google de modo que se te identifique de forma coherente en todos nuestros servicios. Si otros usuarios ya tienen tu dirección de correo electrónico o los datos que sirvan para identificarte, podremos mostrarles los datos de tu perfil público de Google, como, por ejemplo, tu nombre y fotografía.
Es comprensible entonces el temor de que nuestra información la proporcione Google de manera tan expedita; vale recordar que en Europa y Estados Unidos, son más estrictos con la protección de datos personales, que por ejemplo en Colombia, desde donde genero este contenido.
En mi caso yo prefiero mantener gran parte de mis datos ocultos, de hecho acabo de aumentar el nivel de seguridad para el acceso a mi cuenta maestra de Google. Entonces ¿Qué pensarán aquellos internautas con mayor necesidad que la mía de mantener su privacidad y prácticamente el anonimato?
Finalmente, volviendo a la comparación con el médico y el confesor, recordemos que ellos usan esa información para la cura corporal y espiritual respectivamente, aunque también se encuentran casos en los que el remedio resulta peor que la enfermedad o se dejan "puertas abiertas" a los demonios, con resultados que pueden desgraciar la vida de una persona.
Así de delicado y audaz es a lo que le está apostando Google. Por el bien de todos sus usuarios, qué tenga muchos éxitos.

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